En marzo, la inflación en Venezuela se mantuvo estable en un 1,2%, lo que contribuyó a una inflación acumulada del 4,1% en el primer trimestre del año.
Esta cifra es un indicativo significativo, ya que representa la tasa más baja que el país ha visto desde agosto de 2012, cuando los bienes y servicios aumentaron en un 1,1%.
Según el Banco Central de Venezuela (BCV) y la consultora PwC Venezuela, el Índice Nacional de Precios anualizado ha aumentado en un 67,8%, superando en casi 20 puntos porcentuales la variación anualizada del tipo de cambio oficial, que se situó en un 48% en el mismo período.
Las proyecciones sugieren que, si se mantiene este ritmo, el país podría cerrar el año con una inflación por debajo del 40%. Un cambio significativo, considerando el histórico de hiperinflación que afectó a Venezuela entre 2017 y 2021, con aumentos mensuales de hasta tres dígitos.
Actualmente, el gobierno ha implementado medidas para controlar la inflación y resguardar la economía. Incluso, el precio de la gasolina se ha fijado en dólares, a 50 centavos el litro, como parte de estas estrategias.
Se espera que Venezuela termine el año 2024 con la inflación más baja de la última década, según declaraciones del presidente Nicolás Maduro en marzo pasado.
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A pesar de estos avances, profesionales universitarios y trabajadores de diversos sectores instan a las autoridades a aumentar el salario mínimo, que actualmente equivale a aproximadamente 3,5 dólares al mes, siendo una referencia para el resto de las remuneraciones en el sector público.
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