Los habitantes de la calle Garcés de Coro claman porque coloquen asfalto en las troneras que adornan sus vías de acceso.
Específicamente entre el callejón Chevrolet y Sierralta, dos grandes cráteres dificultan la transitabilidad de vehículos y motos.
El origen del problema fue un bote de aguas blancas que se corrigió hace aproximadamente dos meses luego de un año de espera.
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Así lo determinó la miembro del consejo comunal Sol Caquetío, María Landaeta, quien además recordó que el alcalde le prometió mejorar el problema de la calle.
“Luego de tantas solicitudes, vinieron a corregir el bote, pero ahora tenemos estos grandes huecos que dañan los trenes delanteros, por favor asfaltado”.
Alegó que los vecinos de al menos cuatro casas tuvieron que colocar piedras en la acera para evitar que los vehículos esquiven los huecos por el paso peatonal.
La afectada Yasmín Ventura dijo que no podían ni abrir las rejas de sus porches porque los carros querían pasar por allí.
Además de representar un peligro para las personas que pasan a pie.
En la calle Garcés también hay un poste en peligro
La señora Landaeta también hizo mención a la inclinación de un poste del alumbrado público que empezó a ceder.
Dijo que probablemente ya expiró la vida útil del poste que además carga con tres transformadores y es golpeado con las fuertes ráfagas de viento.
“Ante de que pase a mayores es mejor actuar, ya lo hemos denunciado en las instancias correspondientes pero no nos han hecho caso”.
De igual manera recalcó la falta de alumbrado en la vía pública, proyecto que ya fue aprobado pero al que aún no le han asignado los recursos.
“Es un tema de seguridad, esto de noche parece la boca del lobo”.
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