En un impactante anuncio, el palacio de Buckingham informó este lunes que el rey Carlos III ha sido diagnosticado de cáncer.
Y aunque no se especifica el tipo de cáncer que padece, fuentes reales detallaron que no es de próstata. La confusión es esperable ya que hace pocos días el monarca se sometió a una intervención para tratar el agrandamiento de próstata que padece y que lo obligó a permanecer ingresado tres noches en un hospital privado de Londres.
Fue precisamente allí donde se descubrió que también tiene la enfermedad, según reza el comunicado: “Durante el reciente procedimiento hospitalario del Rey para el agrandamiento benigno de la próstata, se observó un problema adicional preocupante. Pruebas de diagnóstico subsecuentes han identificado una forma de cáncer”.
El monarca, que decidió desde el principio compartir la noticia de su dolencia de próstata, lo cual provocó la opinión favorable tanto de la opinión pública como de los medios de comunicación por su compromiso con la prevención, sorprendió de nuevo al desafiar una vez más la tradición de la realeza de mantener privados los asuntos de salud.
“Su Majestad ha elegido compartir su diagnóstico para evitar especulaciones y con la esperanza de contribuir a la comprensión pública para todos aquellos en todo el mundo afectados por el cáncer”, señala el texto.
El comunicado también revela que el Rey empezó este mismo lunes “un programa de tratamiento regular, durante el cual los médicos le han aconsejado posponer deberes públicos”, pero “a lo largo de este período, Su Majestad continuará con los asuntos estatales y la documentación oficial como de costumbre”.
Carlos III expresa su gratitud al equipo médico
El rey expresó en el texto su gratitud al equipo médico por su rápida intervención, que fue “posible gracias al procedimiento hospitalario reciente”. Además, tiene “una actitud completamente positiva hacia su tratamiento y espera regresar a sus deberes públicos a la mayor brevedad posible”.
La situación actual del Rey comenzó después de que experimentara algunas molestias después de las festividades navideñas y buscara entonces consejo médico.
Atención pública
La noticia llega en un momento en el que el público y la prensa han estado muy pendientes de la familia real, ya que coincidió que la princesa de Gales también estuvo ingresada en el mismo centro, The London Clinic, tras haber sido sometida a una cirugía abdominal, aunque los motivos no fueron revelados, cuya recuperación la mantendrá fuera del ojo público, según informaron desde el palacio de Kensington, al menos hasta después de la Pascua.
Esto, a su vez, obligó al príncipe Guillermo, heredero al trono, a congelar también su agenda para cuidar de su esposa y de sus hijos, poniendo así a la familia real en una situación inusual, con tres de sus miembros ‘senior’ ausentes de su trabajo; y se prevé que la Reina asumirá, en este contexto, más compromisos públicos.
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