Asistir a la Fiesta de Los Locos es una cosa y participar con disfraz es otra.
Sin lugar a duda la emoción y la alegría se vive de diferentes maneras.
Los participantes en el desfile y luego en la Fiesta llevan al menos cuatro meses preparando la creación con el que quieren deslumbrar.
Así lo refirió, Johan Ramírez, quien con 34 años disfrazándose conoce que aún el 27 en la madrugada se está ultimando los detalles de cada traje.
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“Es un trabajo arduo en el que uno termina exhausto, pero que nos llena de satisfacción al ver el rostro de alegría de las personas que con admiración ven los disfraces”.
Detalló que su casa cada año se convierte en un taller para elaborar su comparsa mixta, categoría en la que lleva ocho años quedando en los primeros lugares.
Los cinco integrantes de la comparsa se dedican en primera instancia de dos a tres días a la semana para realizar las caretas, los petos y demás accesorios.
No obstante, ya en la recta final son todos los días, de 12 a 15 horas dedicadas a culminar sus trajes.
Un proceso de Los Locos
Aunque el diseño inicial maneja un bosquejo de la idea a desarrollar en el proceso creativo se añaden elementos para destacar.
Del dibujo al disfraz hay mucho trecho, como dice un refrán popular.
Entre los materiales a utilizar resalta el papel, el cartón, la pega hecha de agua con harina de trigo, arcilla para la máscara. Esto solo para la base.
Luego de la pintura, los adornos pueden variar entre plumas, lentejuelas, apliques, cinta, entre otros.
También se confecciona un traje de tela que va debajo de toda la alegoría, el cual es realizado por una costurera.
“La idea es resaltar el mensaje que quiere llevar la comparsa, puede ser de una fecha patria, cultural o de paz, ecológico, hay varias opciones”.
¿Por qué participar en la Fiesta?
Ramírez afirmó que para los colinenses participar en la Fiesta es como una necesidad.
Resaltó que inició en la tradición a los 14 años y quedó enamorado del colorido, del tambor veleño, de visitar las casas y del bochinche.
El llamado cariñosamente “Guarapera” resaltó que, participar también significa unión familiar y de amistad.
“Tengo un sobrino que lleva siete años conmigo fielmente apoyándonos con la hidratación y los banquitos para sentarnos a descansar”.
Sostuvo que así como él se unen allegados que siempre están dispuestos a cargar los trajes para que los Locos descansen.
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