Aquí te contamos sobre los documentos y trámites requeridos, tanto por Venezuela como por Curazao, para exportar.
Si bien es cierto que las relaciones comerciales entre Venezuela y Curazao se reanudaron, aún se desconocen aspectos sobre cómo exportar.
Las autoridades y la representación del sector privado han insistido en que ahora el intercambio tiene nuevas formas.
Se puede decir que se pasó de una relación informal a una formal con controles que requieren de orden y organización.
Esto en virtud de comenzar una nueva etapa comercial impregnada de respeto, reconocimiento y diplomacia de paz.
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El objetivo central es que las relaciones ancestrales puedan generar beneficios económicos a ambas naciones.
Los distintos requisitos exigidos, tanto por el gobierno nacional como por el gobierno de los Países Bajos, están orientados a los productos exportables.
Así como a la navegación, la migración y el control sanitario.
Productos a exportar son garantizados
Según los acuerdos diplomáticos, la isla de Curazao autorizó la exportación de frutas, verduras, pescado, panela, aceite de coco y aceite de aguacate.
Además del onoto, comino, clavos de olor, hojas de plátano y pabilo para amarrar hallacas.
Pedro Chacón, como miembro de la Asociación Barquitos de La Vela, resaltó que para posicionar un producto venezolano en la isla debe ser de calidad.
Lo primero que un exportador debe tener es una empresa legalmente constituida con sus declaraciones fiscales ante el SENIAT al día.
Así mismo debe estar registrada ante la Cámara de Comercio y la Alcaldía del municipio Colina.
Para la exportación de frutas y verduras, tiene que tramitar un certificado fitosanitario ante el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai).
Si es pescado, la certificación zoosanitaria debe ser emitida por el Instituto Socialista de la Pesca y Acuicultura (Insopesca).
Cabe mencionar que ambos documentos son requeridos para garantizar que los rubros no tienen agentes contaminantes, plagas, insectos o parásitos.
De igual manera, deben estar registrados en la Superintendencia Nacional de Silos, Almacenes y Depósitos Agrícolas (Sada).
Y en la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (SUNAGRO).
De acuerdo a declaraciones hechas por lancheros, también deben estar inscritos en el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex).
Así como en la Cámara de Exportadores y en la Secretaría de Economía Productiva y Exportación de la Gobernación de Falcón.
Cumplimiento de aranceles
Sobre el pago de impuestos, Chacón recalcó que las exportaciones están libre de aranceles.
El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Colina, Juan Gotopo, agregó que según la ordenanza municipal, los barcos tienen que cancelar una alícuota.
Se trata del 1,5% de la factura comercial a exportar por el uso del muelle pescador de La Vela.
Dijo que a partir del 2024 el arancel será aumentado 2,5% de acuerdo a conversaciones con el alcalde Rubén Molina.
“Antes del cierre de la frontera se cancelaba el 6%, lo que significa una mejora significativa”.
Protocolos y estándares internacionales a seguir
Tras la tramitación de las certificaciones que avalan la calidad de los rubros, el exportador tiene que cumplir con las solicitudes ante la Capitanía de Puertos.
Allí las embarcaciones tienen que consignar la cédula marina, el certificado de matriculación y aprobar la prueba marítima.
Esta última es un ejercicio en el mar donde el Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (INEA) verifica las condiciones del barco para navegar.
De igual manera, debe contar con los equipos de seguridad y rescate, entre ellos, extintores, balsas con radios y chalecos salvavidas de acuerdo a los estándares internacionales.
Por el lado de la documentación de los marinos , deben tener la libreta amarilla, en donde se registre los títulos náuticos profesionales.
Ellos se refieren a la calificación del personal de los buques, es decir, capitanes, oficiales, marinos.
Además del pasaporte vigente, la poliza de seguro con 15 mil dólares de cobertura y el cartón de vacunación contra la fiebre amarilla.
En este punto, la Capitanía de puertos gestiona ante el gobierno de Curazao en un lapso de ocho semanas el permiso para permanecer en el mercado flotante.
En el caso de la comercialización de frutas y verduras autorizan la estadía por dos meses, mientras que para la venta de pescado es 15 días.
Las autoridades antillanas tras la verificación de los documentos emiten el permiso de zarpe y la fijación del día de la salida y llegada a los muelles.
El itinerario fijado para la entrada de barcos venezolanos a la isla quedó establecido de lunes a viernes de seis de la mañana a seis de la tarde.
Y las salidas podrán efectuarse los días miércoles de 10 de la mañana a 12 del mediodía y los días viernes de cuatro a seis de la tarde.