Además de los trabajadores del hotel resultaron muertos cuatro niños, una embarazada y una ciudadana española que transitaba con su novio por el lugar.
Cinco días después de una explosión que dejó al menos 43 muertos y destruyó un hotel de lujo de La Habana, bomberos y rescatistas continuaban el miércoles buscando entre los escombros a un número no determinado de personas desaparecidas tras el estallido.
Expertos y perros buscaban posibles sobrevivientes mientras continuaban las tareas de remoción de toneladas de cemento de lo que fuera el Hotel Saratoga, un emblemático cinco estrellas ubicado en La Habana Vieja.
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El doctor Julio Guerra, del Ministerio de Salud, reportó el miércoles 43 fallecidos en la explosión -aparentemente provocada por un escape de gas- y centenares de lesionados. Unas 16 personas continúan hospitalizadas, algunas de ellos en estado crítico.
Guerra agregó que la última persona encontrada la víspera -que había fallecido entre los escombros-ya fue identificada.
La explosión dejó decenas de lesionados en diferente grado.
La víspera el coronel Luis Guzmán, jefe del cuerpo de bomberos, indicó que se había logrado acceder a todos los locales del interior del hotel y que la prioridad es rescatar posibles sobrevivientes o cuerpos.
Además de los trabajadores del hotel resultaron muertos cuatro niños, una embarazada y una ciudadana española que transitaba con su novio por el lugar.
Según el portavoz del grupo Gaviota, la firma que gestiona el hotel y que pertenece a las Fuerzas Armadas, el edificio está dañado en un 80%.
También hay tres construcciones multifamiliares afectadas en las cuales 38 apartamentos sufrieron daños severos. Unas 95 personas debieron ser evacuadas.
Aunque las autoridades dijeron inicialmente que 19 familias habían reportado personas desaparecidas, aún se desconoce su cifra exacta.
La explosión se produjo alrededor de las 11 de la mañana del viernes y afectó también a una escuela y a un templo bautista cercanos.