El control del mosquito que transmite el dengue y la prevención de muertes son dos pilares claves para la estrategia de la región americana en la lucha contra esa enfermedad, el director de la Organización Panamericana de la Salud, Jarbas Barbosa.
En el marco de una conferencia de prensa telemática realizada el jueves pasado, el funcionario respondió ante una consulta de Xinhua que la región está viviendo una situación de emergencia por el dengue.
“Tenemos más de 5.200.000 casos en la región y más de 1.800 muertes. Los países más afectados por la situación son Brasil y Argentina, con una transmisión todavía muy fuerte a pesar de que en las semanas recientes parece haber una estabilización o una reducción”, dijo Barbosa.
El funcionario de la OPS hizo un repaso de la situación regional y mencionó que la enfermedad se ha hecho notar también en Paraguay y en Perú, y advirtió que “otros países deben prepararse, porque con la llegada de la primavera en el hemisferio norte ahí podemos tener también transmisión de dengue en donde hay condiciones climáticas y presencia del mosquito transmisor del dengue“, que es el “Aedes aegypti”.
En el caso de Argentina, un informe del Ministerio de Salud dado a conocer el 14 de abril dijo que el país austral acumuló en las primeras 14 semanas del año un total de 252.566 casos de dengue y 197 decesos, en el marco de un brote que se caracteriza por ser de “mayor magnitud” que los anteriores.
Consultado por la decisión de Argentina de no incorporar la vacuna contra el dengue dentro del calendario oficial de vacunación, Barbosa respondió que es una vacuna tetravalente, o sea que ofrece protección para los cuatro serotipos de dengue, pero para algunos de esos serotipos la información es limitada todavía.
Estrategias para controlar el dengue
Se trata de “una vacuna que no tiene la capacidad de interrumpir los brotes”, agregó el director de la OPS, quien destacó que “la vacuna de dengue puede tener un rol importante en la disminución de los casos graves, de las muertes, pero va a tomar tiempo hasta que los efectos de la vacuna puedan reflejarse en la disminución de los casos”.
“Para los países que quieren incorporar la vacuna, tenemos una cantidad, pero muy limitada, porque se conoce que la producción es muy pequeña”, añadió el experto.
Barbosa recomendó a los países que deseen hacerlo tomar “todas las medidas para fortalecer la vigilancia, buscar más datos de efectividad y de seguridad, porque es una vacuna nueva”.
En ese marco, señaló que la región cuenta con otras herramientas para “mejorar el control del vector“.
“La OPS comparte con los países cooperación técnica, desarrolló una estrategia integrada de control de vector que, si es utilizada de una manera adecuada, con la movilización de los gobiernos y la participación de la comunidad, puede reducir mucho la población del mosquito vector y disminuir así la transmisión de los casos”, explicó.
Un segundo pilar de esta estrategia, dijo Barbosa, es “prevenir las muertes, que pueden ser casi completamente prevenibles si todos los profesionales de la salud están preparados para identificar con rapidez los signos y síntomas de gravedad de la enfermedad y establecer un tratamiento adecuado, que es relativamente sencillo”.
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“Es una situación promisoria con la vacuna para el futuro, pero yo diría que es posible hoy, con las herramientas que tenemos, reducir la transmisión y principalmente prevenir las muertes por dengue”, concluyó el representante de la OPS.
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