El foco de contagio ecuatoriano se detectó hace cinco días atrás en la provincia de Cotopaxi, en la Sierra central.
La alerta regional por el brote de influenza aviar se extendió a Ecuador que el miércoles declaró la emergencia zoosanitaria por 90 días, tras identificar un foco de infección en una granja que deja hasta el momento la pérdida de 215.000 aves, un 0,15% de la población avícola del país, informaron las autoridades.
La alerta sobreviene a la que declaró su país vecino, Perú, tras encontrar un reguero diario de aves marinas muertas en las playas de la costa del Pacífico. Han muerto aproximadamente 14.000 aves silvestres marinas a causa de la influenza aviar que, presumen las autoridades, se contagiaron de otras aves migratorias.
El foco de contagio ecuatoriano se detectó hace cinco días atrás en la provincia de Cotopaxi, en la Sierra central, una zona que concentra el 60% de la producción nacional, al aplicar muestreos periódicos de control ante la alerta internacional por los casos reportados en Perú, Colombia, México, Estados Unidos y Canadá.
En Ecuador hay 1810 granjas con una producción de 260 millones de pollos, 16 millones de gallinas ponedoras y 2 millones de productoras. La autoridad fitosanitaria del país aclaró que 35.000 aves murieron en la zona de infección y 180.000 serán sacrificadas.
Para evitar la diseminación del virus, quedó prohibido movilizar aves, productos y subproductos de origen aviar desde la granja afectada. Se han fijado también seis filtros, entre uno y cinco kilómetros alrededor, donde los resultados aleatorios realizados a las granjas aledañas fueron negativos, acotó el ministro de Agricultura ecuatoriano, Bernardo Manzano.
El funcionario aseguró en una rueda que la declaratoria de emergencia permitirá “agilitar las acciones para enfrentar la enfermedad” que incluyen la movilización de 850 técnicos en todo el país para contención y vigilancia.
Riesgo sanitario
Manzano enfatizó que la influenza aviar “no representa ningún riesgo para quienes consumimos carne de pollo y huevos”, así como se descartó la transmisión de la enfermedad de animales a humanos.
En contraste, el ministerio de Salud de Perú recomendó la víspera “no acercarse ni tocar aves muertas o enfermas y evitar la exposición de animales domésticos”. Las personas expuestas o que presenten posteriormente síntomas respiratorios, exhortó el Gobierno peruano, “deben acudir inmediatamente a un establecimiento de salud para recibir atención oportuna”.
Patricio Almeida, director de Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), declaró a los medios que la influenza aviar identificada es tipo AH5, sin embargo, la subvariante está en análisis para su tipificación.
Recalcó que la “influenza aviar no es transmisible a los seres humanos salvo casos excepcionales que se han dado en el mundo”, por lo que insistió en el “consumo seguro de los alimentos con la cocción debida”, para erradicar los riesgos para la salud humana.
Consultado por The Associated Press, el médico salubrista de la Universidad de las Américas, Esteban Ortiz, dijo que si bien el brote es netamente de aves, que pueden ser de corral y silvestres, “el riesgo de transmisión al humano siempre está vigente”. Explicó que “la transmisión zoonótica”, de animales a humanos, se produce cuando hay un estrecho contacto.
Por lo que, matizó Ortiz, son vulnerables “quienes cuidan de las aves, les dan de comer y están respirando todos los aerosoles”.
La directora de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador, Diana Espín, dialogó con AP y mencionó que la preocupación del sector radica en una eventual abstención del consumo por parte de los ciudadanos, tomando en cuenta que la época de mayor demanda de aves, como pollos y pavos, se da en diciembre por las celebraciones navideñas.
La directoria del gremio avícola insistió en que existe garantía de la calidad del producto comercializado, ya que la granja con el foco de infección es de “ponedoras” de huevo y no de pollo o pavo. Asimismo, aseguró que los protocolos para contener el brote se aplicaron “a tiempo” y que se ha establecido un “cerco epidemiológico” que certifica que nada ha salido de la zona en riesgo.
La dirigente descartó el desabastecimiento de productos y resaltó la relevancia del sector avícola en la economía nacional al generar 4.200 millones de dólares anuales como cadena productiva, lo que representa el 24% del PIB agropecuario y unas 300.000 plazas de empleo.
Como en el caso ecuatoriano, Perú reconoció esta semana un foco de contagio en una granja cercana a la zona costera en la que se han recogido cuerpos de 10.257 pelícanos, 614 unidades de camanay, 2.919 piqueros peruanos, 61 guanay, 13 gaviotas y 25 zarcillos.
Algunos casos de brotes de influenza aviar en personas que trabajan en granjas avícolas se reportaron en Asia, África, América del Norte y partes de Europa, según reporta la clínica estadounidense Mayo, en su sitio de internet.