El tiempo en pandemia le dio un giro a su vida. En esa época las escuelas cerraron y los niños debían estudiar y resolver las asignaciones de sus maestros en casa.
Así fue como comenzó la historia de Axel de Jesús Hernández Malavé, quien tuvo que enfrentarse a su primer gran problema matemático cuando se dio cuenta de que no sabía resolver una tarea de multiplicaciones.
“Mi historia empezó en época de pandemia. Yo no sabía multiplicar y mi papá, al darse cuenta que no sabía, me comenzó a motivar, a enseñar, pero aún así no avanzaba, no entendía nada, estaba en un punto muerto”, contó Axel en una entrevista con RT, donde relató sus primeros conflictos matemáticos, mismos que le abrieron la puerta a un universo lógico que hoy conoce con mayor amplitud y al que pocas personas se atreven a entrar.
Axel no podía procesar las multiplicaciones
Durante aquel estancamiento, el padre de Axel descubrió que había un problema de raíz, el motivo fundamental por el que su hijo no podía procesar las multiplicaciones.
“Mi papá se dio cuenta que el problema que yo tenía era que no sabía restar bien. Desde entonces empezó, con mucha paciencia, a enseñarme las bases de las matemáticas que son: suma, resta, multiplicación y división”, destacó.
Resueltos sus problemas con la resta y las multiplicaciones, los padres de Axel, Eslyzair de Rodríguez y Roybert Rodríguez, cabezas de una familia de bajos recursos y responsables de otros dos niños, hicieron el esfuerzo y le compraron un pequeño computador portátil para que mejorara su aprendizaje.
Axel vive con su familia en Upata, localidad del municipio Piar en el estado Bolívar, al sureste de Venezuela, una región amazónica cercana a la frontera con Brasil. Allí es difícil tener acceso a internet y a las señales telefónicas, sin embargo, sus padres salen a caminar hasta un punto donde consiguen conectarse a la red para buscarle contenidos y descargar videos de matemáticas.
“Después que mis padres me compraron una pequeña laptop, empecé a sacarle provecho con videos tutoriales, viendo hasta ocho horas diarias y así me enamoré de las matemáticas, de la aritmética y del cálculo. Así, cada día, voy aprendiendo cosas nuevas, porque las matemáticas son infinitas al igual que su conocimiento”, resalta el niño.
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“Todo lo que nos rodea funciona a través de las matemáticas”
Cuando Axel tenía 11 años y cursaba quinto grado de primaria, asimiló que el mundo de las matemáticas era lo que le apasionaba. Su comprensión y resolución de los problemas matemáticos creció tan rápido que se convirtió en el primer niño de su país en ver clases con jóvenes de quinto año de bachillerato, último grado escolar en Venezuela antes de graduarse para ir a la universidad.
Para entonces, estudiaba en el Colegio Morales Marcano y veía clases matutinas de quinto grado de primaria, y en las tardes compartía con los jóvenes de quinto año de secundaria. Esto le servía como preparación para sus primeras olimpiadas de matemáticas y para conseguir lo que era un sueño: ganar una medalla de oro, inspirado en la múltiple campeona mundial Yulimar Rojas.
Competencias y galardones
Axel logró competir por primera vez en una olimpiada internacional de matemática en la cita Latinoamericana de Primaria “Matific 2022”. Este evento se realizó vía internet, como el resto en los que ha participado, y allí conquistó el máximo premio: la medalla de rubí.
Ese mismo año participó en las Olimpiadas Latinoamericanas Preuniversitarias “Ceprein”, organizadas en Perú.
En esa competencia ganó la medalla de oro y Axel fue el único niño de 11 años que se midió contra jóvenes de 16 a 19 años. El 2022 lo cerró con el Torneo de Matemática Binomio, realizado en Nuevo León, México, en el que obtuvo una mención honorífica.
Con información de RT
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