El Papa visita Fátima para rezar por la paz este sábado. Este santuario es conocido por sus profecías apocalípticas sobre el infierno, la paz y el comunismo soviético, que han ganado una nueva relevancia con la guerra de Rusia en Ucrania.
El papa Francisco pasaba la mañana en Fátima, rezando junto a enfermos y reclusos, además de con los peregrinos que comenzaron a llenar la explanada central del recinto mucho antes de amanecer. Mientras Francisco rezaba ante una estatua de la virgen, los incendios forestales cercanos teñían el cielo de humo negro y arrojaban ceniza sobre la multitud.
La visita es una breve excursión desde Lisboa, donde Francisco ha estado presidiendo las celebraciones de la Jornada Mundial de la Juventud, que ha reunido a casi un millón de jóvenes católicos. Regresará a la capital portuguesa para participar en una vigilia el sábado en la noche y el domingo asistirá a la misa final, donde se anunciará el lugar donde se celebrará la próxima edición de la JMJ.
La historia de Fátima se remonta a 1917, cuando, según la tradición, los hermanos portugueses Francisco y Jacinta Marto y su prima Lucía dijeron que la Virgen María se les apareció seis veces y les confió tres secretos. Los dos primeros describían una imagen apocalíptica del infierno, predecían el final de la Primera Guerra Mundial y el inicio de la Segunda, y presagiaban el ascenso y caída del comunismo soviético. Los niños tenían entre 7 y 10 años.
En la época de las apariciones, Europa seguía inmersa en la IGM y la Iglesia católica portuguesa estaba en crisis desde la conversión del país en república en 1910. El gobierno republicano aprobó una serie de leyes anticlericales, incluyendo la prohibición de la enseñanza religiosa en las escuelas. En ese contexto, en el que curas y obispos se exiliaban, las visiones ayudaron a revitalizar una institución perseguida.
El Papa visita Fátima y reza por la paz del mundo
En 2000, El Vaticano reveló el esperado tercer secreto, que describió como una predicción del atentado contra el papa San Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro, que coincidió con el aniversario de la visión original.
Según escritos posteriores de Lucía, que se hizo monja y falleció en 2005, Rusia se convertiría y reinaría la paz si el papa y todos los obispos del mundo consagraban Rusia al “Inmaculado Corazón de María”. Lucía afirmó más tarde que Juan Pablo había cumplido la profecía durante una misa en 1984, aunque el pontífice nunca mencionó a Rusia en la oración.
El año pasado, en una oración por la paz tras la invasión rusa de Ucrania, Francisco corrigió la omisión de 1984 y consagró tanto Rusia como Ucrania a María.
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Francisco ha hecho repetidos llamados a poner fin a la guerra rusa, expresando frecuentemente su solidaridad con el “martirizado” pueblo ucraniano, al tiempo que se abstiene de criticar a Rusia por su nombre. Recientemente, mandó a un enviado a Kiev, Moscú y Washington en una misión para tratar de facilitar el regreso de los niños ucranianos llevados a Rusia.
Con información de Associated Press
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