La operación del papa Francisco se realizó durante tres horas y no hubo complicaciones, informó el Vaticano en un comunicado.
El papa Francisco se sometió el miércoles a una operación para reparar una hernia en su pared abdominal, el mal más reciente que padece el pontífice de 86 años.
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A Francisco le extirparon un tramo del colon hace dos años.
El Vaticano informó que no hubo complicaciones durante la operación de tres horas, durante la cual el pontífice estuvo bajo anestesia total. Poco después de la operación, el cirujano a cargo del procedimiento dijo que el Papa estaba despierto, en buen estado y que la hernia estaba reparada.
Se prevé que Francisco permanecerá en el Policlínico Gemelli de Roma durante varios días. Todas las audiencias papales hasta el 18 de junio fueron canceladas.
Evaluación médica del martes
Si bien las operaciones de hernia raramente se realizan de urgencia, esta pareció ser en cierta medida urgente. Los médicos sin duda querían darle al pontífice un amplio período de recuperación en vista de sus planes de realizar varios viajes en agosto.
El Papa padecía una hernia “dolorosa y agravada” que se formó sobre una cicatriz anterior, probablemente de la operación de colon en 2021. Los expertos dicen que la formación de la hernia, llamada laparocele, es una complicación frecuente de la cirugía intestinal.
La operación duró tres horas, bastante más de lo habitual, que según los médicos es de entre 60 y 90 minutos.
El hecho de pasar más tiempo anestesiado y con respirador —además en un hombre al que le extirparon un pulmón en su juventud— podría traerle al pontífice problemas respiratorios o un período de recuperación más largo que lo habitual.
Tampoco estaba claro si los cirujanos le extirparon un tramo adicional del colon a raíz de la hernia.
Francisco fue al Gemelli el martes para realizarse análisis, según el Vaticano, que no dio a conocer más detalles en ese momento.