Los 3.000 millones de dólares venezolano retenido en el extranjero serán liberados en las próximas semanas, según información publicada por el diario español, El País que tiene fuentes conocedoras de la negociación.
Los activos los manejará la ONU y se destinarán a obras y saneamiento para mejorar la vida de los venezolanos.
La liberación de estos fondos se acordó en noviembre del año pasado en México, en el diálogo entre el oficialismo y la oposición, pero hasta ahora no se había puesto en marcha. “En breve circulará ese dinero”, explican las mismas fuentes.
El oficialismo había establecido la liberación de los recursos como su prioridad máxima. Este movimiento podría desatascar el diálogo en México entre ambos sectores.
El Banco de Inglaterra tiene retenidas 31 toneladas de lingotes de oro y lo mismo ocurre con algunas cuentas del Banco Central de Venezuela en Estados Unidos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, temía que el asunto se convirtiera en un embrollo jurídico, pero la protección diplomática especial con la que Estados Unidos ha blindado los activos han desactivado todas sus prevenciones.
El proceso involucra a funcionarios de los Departamentos de Estado y del Tesoro. “Guterres está listo. Es el momento de contar con ese dinero”, aseguran fuentes de la negociación. Naciones Unidas, desde Nueva York, será depositaria del dinero y velará porque su destino sea el acordado.
Jorge Rodríguez, el principal negociador del Gobierno en México, dijo en su día que estos eran “recursos legítimos del Estado de Venezuela” y que recuperarlos “expresa el avance del derecho de nuestro pueblo al uso y disfrute de sus activos y recursos ilegal e injustamente bloqueados”.
El desbloqueo de los 3.000 millones de dólares destrabaría el diálogo
El desbloqueo de los fondos no está supeditada a un gesto de apertura del gobierno. Sin embargo, la oposición y el país facilitador, Noruega, esperan que esto sirva para continuar avanzando en un diálogo entre ambos sectores.
La comunidad internacional, con Emmanuel Macron y Gustavo Petro, también han mostrado su preocupación por la lentitud con la que camina el proceso.
Estados Unidos y Venezuela han hecho tímidos acercamientos en el último año, sobre todo desde que Washington planteó Caracas como una alternativa energética a Rusia, que había empezado su ejercicio militar en Ucrania.
Funcionarios norteamericanos se reunieron con Maduro en la capital venezolana y más tarde se produjo un canje de presos.
Según reveló este periódico, Jorge Rodríguez y Juan González, asesor del presidente Joe Biden, se encontraron en mayo en Qatar para tratar de acordar otro intercambio de presos. Washington llevó esta reunión con el máximo secreto.
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De todos modos, los dos países se miran con desconfianza. El oficialismo culpa a Washington de ahogarle económicamente con las sanciones y de haber intentado derrocar el gobierno actual con la creación de uno paralelo, como fue el de Juan Guaidó. Esa vía de presión al final resultó ser un fracaso.
Ahora las partes tienen una nueva oportunidad de acercar posturas con la liberación de los fondos. La última palabra para que se distribuya ese dinero ha sido de Estados Unidos, que todavía mantiene la esperanza de llegar a un acuerdo negociado.
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