El ministro Remigio Ceballos dijo que la muerte de El Conejo fue resultado de un arduo operativo. Era uno de los más buscados del país.
Este viernes el ministro de Interior, Justicia y Paz, Remigio Ceballos, ha confirmado la muerte de Carlos Enrique Gómez, alias «El Conejo», quien era uno de los delincuentes más buscados de Venezuela.
«Ha caído alias El Conejo, buscado por terrorismo. El hallazgo se produjo en Irapa, estado Sucre. Hemos mantenido por varios meses operaciones por todo el territorio nacional, específicamente con la Operación Cacique Maracay y Operación Jabalí«,
informó Ceballos a través de VTV.
«El Conejo» era solicitado por delitos de terrorismo, extorsión y homicidio.
El ministro detalló que durante esos operativos se incautaron de 16 armas de fuego, 3.366 cartuchos, 41 radios portátiles, 1 telescopio, 7 granadas, 9 vehículos, 14 motos; y fueron aprehendidas 36 personas.
«No permitiremos la presencia de grupos terroristas armados en el territorio nacional«, expresó.
EL CONEJO Y SU BANDA
Dentro del grupo están identificados al menos 25 de sus secuaces, además del líder Carlos Enrique Gómez Rodríguez.
Estos serían: alias “Carranga”, “Yeison”, “El Virolo”, “El Menor”, “Cabeza de Ajo”, “Monito” y “Pantera”. Además, los alias de “Marianito”, “Orejón”, “Erizo”, “El Jeferson”, “Luis Mantilla”.
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A la lista se suman: “Miguel”, “Paolino Colombia”, “Danielito” y “Frenyer”. También alias “Wilkenson”, “El Ojitos”, “Edwart”, “Cara e Lampio”, “La Gorda”, “Yonkito”, “El Gabo”, “Yampier” y “Winder”.
Las actividades que se le atribuyen a la banda de Carlos Conejo son secuestro, extorsión, robo y piratería de carreteras.
Son autores de al menos una veintena de asesinatos perpetrados durante esos delitos así como en la lucha contra bandas rivales.
Gómez Rodríguez estaba solicitado por los juzgados 20, 21 y 40 del Área Metropolitana de Caracas y también por los Tribunales 1, 2, 3 y 4 en materia de terrorismo.
También se le acusa de estar involucrado en la quema de la fábrica de galletas Puig en Las Tejerías, en el año 2019.
Por la negativa de los dueños de la fábrica de pagar extorsión al delincuente y su banda.