En la búsqueda constante de estrategias para combatir el estrés y mejorar el rendimiento cognitivo en la sociedad actual, masticar chicle ha surgido como una práctica interesante.
Se ha observado que esta simple acción puede tener beneficios notables. En primer lugar, masticar chicle se ha relacionado con una reducción del estrés y la ansiedad, aliviando las tensiones diarias de manera efectiva y asequible.
Además, estudios sugieren que puede mejorar la concentración y la memoria a corto plazo, lo que lo convierte en una herramienta potencialmente valiosa en un mundo caracterizado por la multitarea y la necesidad de una productividad constante.
Otro beneficio que no debe pasarse por alto es su impacto en la salud dental. El masticar chicle sin azúcar, preferiblemente con xylitol, estimula la producción de saliva, que a su vez neutraliza los ácidos de la placa y limpia la boca.
Esto no solo mejora la salud bucal, sino que también combate el mal aliento y reduce la cantidad de bacterias en la cavidad oral.
Beneficios de masticar chicle
Además de sus ventajas para la salud dental, masticar chicle puede tener un efecto positivo en la gestión del apetito, ayudando a controlar el hambre y prevenir el consumo excesivo de calorías entre comidas.
Es una estrategia simple que puede contribuir a mantener un peso saludable en una sociedad preocupada por la salud y la imagen corporal.
Sin embargo, no todo es positivo. Masticar chicle con azúcar puede ser perjudicial para la salud dental, ya que el azúcar alimenta el crecimiento de bacterias en la boca, aumentando el riesgo de caries.
Además, el masticado constante de chicle o cualquier cosa puede llevar a dolores de cabeza y molestias en la mandíbula, así como lesiones en la articulación temporomandibular. Es crucial ejercer moderación en esta práctica para evitar estos problemas.
Por último, quienes padecen problemas gastrointestinales deben ser cautelosos, ya que masticar chicle puede llevar a la ingestión de aire, causando dolor de estómago, gases y, en algunos casos, síndrome del colón irritable.
Por otra parte, es importante señalar que si alguien tiene empastes de amalgama con mercurio, masticar chicle podría acelerar la degradación de la amalgama, liberando más mercurio en la boca y en el torrente sanguíneo.
Masticar chicle ofrece una serie de beneficios notables, desde la reducción del estrés hasta mejoras en la salud dental y el control del apetito. Sin embargo, es importante ejercer moderación y elegir opciones sin azúcar.
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Como con cualquier hábito, es esencial considerar tanto los aspectos positivos como los negativos y utilizar esta práctica con responsabilidad.
Con información de La Razón de España
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