Luego del mal papel de la Vinotinto sub-20, se señala a Fabricio Coloccini como uno de los principales responsables del fracaso.
El paso de la Vinotinto sub-20 en el sudamericano no fue el mejor pese a haber llegado al hexagonal y ahora Fabricio Coloccini, director técnico de los juveniles, es uno de los principales señalados por la afición ante el fracaso del equipo.
Fabricio Coloccini llegó al banquillo de la Vinotinto sub-20 en abril de 2022, cuando tenía solo 3 meses de haberse retirado como jugador profesional.
El talento de los juveniles que de la mano de Fernando “Bocha” Batista hizo un gran torneo Maurice Revello en Francia, dejaba a Fabricio Coloccini con la vara alta para asumir los compromisos con los juveniles.
Con el fracaso en el sudamericano, el técnico argentino ha sido cuestionado en su conducción como timonel del equipo. Si bien es cierto que la Vinotinto sub-20 tuvo posibilidades hasta el final del campeonato, lo visto en el campo dejo mucho que desear.
La mentalidad del equipo era de todo menos competitiva, el desgaste físico pasaba factura partido a partido y pese a las pinceladas de Segovia, los goles llegaron en su mayoría desde el punto penal.
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Sin ánimos
Un equipo sin ganas de competir, con imprecisiones para concretar los ataques y una coladera en la defensa que no hacía soporte a las jugadas creadas en la mitad del campo.
Pese al mal funcionamiento del equipo, llegaron a su último partido con posibilidad de conseguir un cupo al Mundial de Indonesia. “Cualquiera que fuera el resultado, llegar al último partido del sudamericano con posibilidades de clasificar significa el torneo que hicieron. Acá está el futuro de una selección mayor y ese también es el objetivo en esta clase de torneo”, esto dijo el “Bocha” Batista en sus redes antes del partido con Colombia.
Las palabras de Batista no sirvieron para animar a la selección de Coloccini que terminó perdiendo ante Colombia. Una derrota que dejó a Venezuela fuera de un Mundial.
¿Parte del proceso?
Coloccini tuvo un año con 10 módulos para trabajar con la selección sub-20. Un año y 10 módulos de trabajo para armar un equipo competitivo con una idea de juego clara y precisa.
Sin embargo, el argentino llegó al sudamericano con un equipo sin ideas, sin “garra” para competir. Arrancó perdiendo los 3 primeros partidos del sudamericano y cerró la competición con un récord de 6 partidos perdidos, 2 victorias y 2 empates.
Fracaso mayúsculo y colectivo
Por su parte, Coloccini tiró por la borda un año de trabajo, los 10 módulos le sirvieron para quedar fuera de las competiciones y perder 6 partidos en el sudamericano, de los cuales 3 fueron derrotas consecutivas. Colectivo por la falta de entusiasmo de los jugadores, pocas disputas, malas definiciones y pases imprecisos que, pese a la responsabilidad del técnico, son inaceptables en un profesional.
En este fracaso colectivo, Coloccini es el principal responsable, los jugadores con su cuota de responsabilidad y todo cuerpo técnico que forma parte del mal rendimiento de una selección con la que trabajaron durante un año.
Por los momentos, se deberá buscar una solución a la crisis de identidad de juego por la que atraviesa la selección sub-20. Si es este, el futuro del que habla Batista, vendrán tiempos difíciles para la selección nacional absoluta que aún sigue en proceso de construcción.
No todo estÁ perdido
Pese al fracaso, no todo está perdido, la selección nacional atraviesa por un proceso de reestructuración necesario en estos momentos para fomentan carácter. Vivir de glorias pasadas como el Maurice Revello no garantizan un cupo mundialista, es necesario tener la peor versión para salir en busca de un proyecto deportivo estable.
El fútbol sudamericano atraviesa por momentos de cambios, no solo es una cuestión de la Vinotinto. Brasil no gana un Mundial desde hace 20 años, Uruguay dejó de ser la selección de aquel Sudáfrica 2010 y Argentina se quitó la sombra de la derrota bajo un largo proceso con Scaloni que se consumó en la Copa del Mundo.