La escasez se debe a la huelga que afecta a tres refinerías de los grupos petroleros Total y Esso.
El Gobierno francés hizo este sábado un nuevo llamamiento a la calma ante la continuación de la escasez de carburantes en un número creciente de gasolineras, especialmente en el norte del país.
Casi una de cada cinco gasolineras tiene escasez de un combustible, según la ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, que insiste en el resto, más del 80 %, «funciona con normalidad».
«Hemos liberado reservas estratégicas. Lanzamos un llamamiento a la calma y a la responsabilidad», afirmó el ministro de la Transición Ecológica, Christophe Béchu, a la emisora pública FranceInfo.
Los operadores han recurrido también a importaciones de emergencia, y las autoridades han autorizado de forma excepcional que los camiones cisterna puedan circular mañana domingo —cuando normalmente tienen prohibido trabajar— a fin de ayudar al aprovisionamiento de las estaciones de servicio. «La situación debería mejorar», aseguró Béchu.
La escasez se debe a la huelga que afecta a tres refinerías de los grupos petroleros Total y Esso, cuyos trabajadores exigen aumentos salariales que compensen el incremento del coste de la vida y más contrataciones.
La huelga en la refinería Esso de Fos (cerca de Marsella) comenzó hace ya 17 días, mientras que dos instalaciones de Total pararon el martes pasado.
Puedes leer: Corea del Norte lanza nuevamente un misil balístico al mar de Japón
El presidente Emmanuel Macron pidió el viernes «calma» a los franceses.
«Ante la escasez, ha habido movimientos de pánico y muchos de nuestros compatriotas se han abalanzado sobre las gasolineras para llenar el depósito por precaución. Sin embargo, esta actitud acelera el efecto de pánico», recalcó.
En algunas zonas, incluyendo en la región de París, las imágenes de televisión muestran largas colas y conductores frustrados porque por la espera, que a veces es de varias horas, o porque cuando llega su turno el combustible que necesitan se ha agotado.
La situación es especialmente seria en la región de Altos de Francia (norte), donde casi la mitad de las estaciones de servicio sufren algún tipo de penuria.
En la prefectura de Vaucluse, los automovilistas solo podrán repostar a partir de hoy 30 litros de combustible, mientras que los vehículos de más de 3,5 toneladas tienen un límite de 120 litros.
En varios departamentos se ha prohibido la venta de carburante en bidones y contenedores, y en otros se ha dado prioridad a vehículos como ambulancias, bomberos, policía y autobuses escolares.
Con información de Unión Radio