Guterres pidió un nuevo pacto entre países ricos y pobres para trabajar más de cerca, con ayuda financiera y un abandono del carbón en los países ricos para 2030 y en otros lugares para 2040.
La única forma de “poner fin a todo este sufrimiento” de “una autopista al infierno climático” es que el mundo coopere o perezca, según advirtió el lunes el jefe de Naciones Unidas a docenas de líderes mundiales reunidos para una cumbre internacional sobre el clima.
Estaba previsto que más de 100 líderes hablaran en los próximos días sobre cómo enfrentar una situación que va a peor y que los científicos describen como el mayor desafío de la Tierra. Casi 50 jefes de estado o gobierno empezaban a tomar el estrado el lunes, en el primer día de diálogos de “alto nivel” en esta edición de la cumbre climática anual de Naciones Unidas, conocida como COP27.
Buena parte del interés estará en los líderes que relatarán ejemplos de devastación provocada por desastres climáticos, en especial el discurso del martes del primer ministro de Pakistán, Muhammad Sharif. Las inundaciones del verano en su país causaron daños de al menos 40.000 millones de dólares y desplazaron a millones de personas.
“El planeta se ha convertido en un mundo de sufrimiento (…) es hora de poner fin a todo este sufrimiento”, dijo el presidente de Egipto, Abdul Fatá el Sisi, anfitrión del encuentro. “El cambio climático no se detendrá nunca sin nuestra intervención (…) Nuestro tiempo aquí es limitado y debemos utilizar cada segundo del que dispongamos”.
El Sisi, que pidió el final de la guerra de Rusia en Ucrania, fue suave en comparación con el enérgico secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que dijo que el mundo está “en una autopista al infierno climático”.
Guterres pidió un nuevo pacto entre países ricos y pobres para trabajar más de cerca, con ayuda financiera y un abandono del carbón en los países ricos para 2030 y en otros lugares para 2040. Pidió a Estados Unidos y China, los dos mayores productores de emisiones que cambian el clima, que trabajen juntos especialmente en materia climática, algo que hacían hasta hace unos pocos años.
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“La humanidad tiene que tomar una decisión: cooperar o perecer”, dijo Guterres. “Es o bien un Pacto de Solidaridad Climática o un Pacto de Suicidio Colectivo”.
Sin embargo, la presión podría ser menos efectiva que en reuniones anteriores, debido a problemas de calendario y a los que no acudirán, llegarán tarde o enfrentan la cita con reparos.
La mayoría de los líderes se reunía el lunes y el martes, justo cuando Estados Unidos celebraba unas elecciones parlamentarias que podrían resultar trascendentales. Después, los líderes de las 20 naciones más ricas tendrán su influyente reunión en Bali, Indonesia, unos días más tarde. A eso se añade que “hay cumbres climáticas grandes y cumbres climáticas pequeñas, y nunca se esperó que esta fuera una grande”, indicó el director general de Climate Advisers Nigel Purvis, exnegociador estadounidense.
Parecía que los líderes de dos de las tres naciones que más dióxido de carbono emiten -China e India- no asistirían a las negociaciones, aunque enviaron delegados de menor rango. El líder del otro gran contaminante -el presidente de Estados Unidos, Joe Biden- llegaría días después de la mayoría de otros presidentes y primeros ministros, en una escala camino de Bali.
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En un principio, el primer ministro de Gran Bretaña, Rishi Sunak, no iba a asistir a las negociaciones, pero la presión pública y los planes del exmandatario británico Boris Johnson de acudir le hicieron cambiar de opinión. El nuevo rey Carlos III, un veterano defensor del medio ambiente, no asistirá por su nuevo papel como monarca. Y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, cuya invasión de Ucrania desencadenó un caos energético con consecuencias en las negociaciones climáticas, no acudirá.
“Siempre queremos más (líderes)”, indicó el domingo en una conferencia de prensa el responsable de clima en Naciones Unidas, Simon Stiell. “Pero creo que ahora mismo hay suficientes (mandatarios) para que tengamos un resultado muy productivo”.
Además de los discursos de los gobernantes, las negociaciones incluyen “innovadores” diálogos en mesas redondas que “estamos seguros, generarán algunas aportaciones muy potentes”, dijo Stiell.
Los que acudieron en gran número fueron los líderes del continente anfitrión, África.
“Los contaminantes históricos que provocaron el cambio climático no aparecen”, dijo Mohammed Adow, de Power Shift Africa. “África es la menos responsable, la más vulnerable al problema del cambio climático y es el continente que está alzándose y mostrando liderazgo”.
“El Sur da la cara”, dijo Adow a The Associated Press. “El Norte, causante histórico del problema, falla”.