Un estudio financiado por la Nasa está haciendo sonar alarmas, a medida que el núcleo de la Luna se enfría se contrae gradualmente.
Su superficie desarrolla arrugas —como una uva que se arruga hasta convertirse en una pasa— que crean “temblores lunares” con duración de horas, así como deslizamientos de tierra.
Al igual que el resto de la superficie del satélite natural, el área de su polo sur que es objeto de tanto interés es propensa a estos fenómenos sísmicos, lo que potencialmente representa una amenaza para futuros pobladores y equipos humanos.
La Luna se ha reducido unos 45 metros de circunferencia
El interés en el polo sur lunar se disparó el año pasado, cuando la misión Chandrayaan-3 de la India realizó el primer aterrizaje suave exitoso en el área, pocos días después de que la nave espacial rusa Luna-25 se estrellara en camino para intentar la misma hazaña.
La Nasa seleccionó la región para el aterrizaje de su misión #Artemis III, que podría marcar el regreso de los astronautas a la Luna en 2026, y #China también tiene planes de crear futuros hábitats allí.
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La Luna se ha reducido unos 45 metros de circunferencia en los últimos millones de años, un número significativo en términos geológicos, pero demasiado pequeño para causar cualquier efecto dominó en la #Tierra o en los ciclos de marea, según los investigadores.