Según Petrobras, la producción petrolera en el margen ecuatorial, una región en la costa norte de Brasil conocida como el nuevo presal, está experimentando una escasez sin precedentes que podría obligar al país sudamericano a retomar la importación de petróleo en aproximadamente diez años.
“El tiempo es crucial; en cinco o seis años, se espera una disminución en la producción del presal, lo que podría llevarnos a ser importadores de petróleo nuevamente en 2034 o 2035, si no se realizan nuevos descubrimientos”, afirmó Anjos.
La exploración petrolera en la zona, que se extiende desde la costa de Rio Grande do Norte hasta Amapá, está sujeta a la autorización del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), organismo que ha cuestionado las actividades de exploración debido a los posibles impactos ambientales.
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A pesar de que Petrobras cuenta con 16 pozos en esta nueva frontera exploratoria, únicamente tiene permiso para perforar dos en la costa de Rio Grande do Norte, concedido por el Ibama.
La ejecutiva mencionó que el retraso en la obtención de autorizaciones para la exploración está generando pérdidas operativas para la empresa, dado que se requiere al menos tres meses para preparar y trasladar la plataforma de perforación a la región.
Hasta el momento, el Ibama no ha especificado cuándo responderá a la solicitud de reconsideración.
Por consiguiente, la empresa estatal ha solicitado a la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) que suspenda los plazos para las exploraciones en la Cuenca de Foz do Amazonas, a fin de no perder tiempo de concesión sin la debida autorización.
Con información de Telesur
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