La gastroenteritis, acompañada de síntomas como diarrea, náuseas y vómitos, es una afección común que, en su mayoría, se resuelve espontáneamente en pocos días.
En este contexto, una adecuada hidratación y una dieta astringente juegan un papel crucial, pero es importante desmitificar la idea de que una “dieta blanda” se limita a consumir solo arroz.
La doctora Laura Isabel Arranz, experta en Alimentación y Nutrición, destaca la necesidad de proporcionar al cuerpo un descanso digestivo y favorecer la recuperación de la microbiota intestinal afectada por los procesos diarreicos.
Contrario al mito de limitarse a arroz y membrillo, la experta sugiere que, aunque es necesario restringir ciertos alimentos, también se debe ayudar al cuerpo a recuperarse con comidas que sean bien toleradas y nutritivas.
Durante la gastroenteritis, es esencial prestar atención a las señales del organismo, como la falta de apetito, y proporcionar un descanso digestivo mientras se mantiene una adecuada hidratación mediante sueros orales específicos o caseros.
La dieta astringente durante la gastroenteritis debe incorporar alimentos y bebidas que favorezcan la absorción del exceso de agua en el intestino. Además del arroz, se recomienda consumir membrillo, limonada, té, zanahoria, patata, manzana y plátano.
La doctora Arranz destaca la importancia de alimentos fácilmente digeribles, como pan blanco tostado, arroz bien cocido, boniato, caldos de arroz y verduras, pescado blanco, pollo o pavo cocinados a la plancha o al vapor, manzana asada y yogur, este último siendo una excelente fuente de probióticos.
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Por otro lado, es importante evitar alimentos ricos en fibra, como algunas verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos, así como alimentos muy grasos, más allá de una moderada cantidad de aceite de oliva virgen extra.
Con información de La Razón de España
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