La Policía Nacional Anticorrupción capturó a Rafael Hernández otro implicado en la trama de corrupción PDVSA-Cripto.
Policía Nacional Anticorrupción realizó el 16 de mayo la aprehensión del ciudadano Rafael Eduardo Hernández Quintero, presuntamente implicado en la trama PDVSA-Cripto. Con esta detención se mantienen las investigaciones y detenciones relacionadas con mafias de corrupción.
Vale destacar que Hernández Quintero aparece implicado también en varios hechos punibles y con gestiones del exministro de Energía y Petróleos Tareck El Aissami.
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El acompañamiento viene desde mucho más atrás: desde la Universidad de Los Andes, en la Gobernación del estado Aragua y en la Vicepresidencia de la República.
Rafael Eduardo Hernández Quintero, en la gestión de El Aissami como gobernador de Aragua, figura como Coordinador Administrativo del Monumento Bicentenario de la Batalla de La Victoria.
Ese mismo año aparece además como dueño, junto a Daniel Alejandro Sifuentes Contreras, de la empresa JMT Solution Technology.
Esta empresa antes mencionada, se contrató como proveedora del sistema Carnet de la Patria que había sido lanzado en enero del 2017.
Extrañamente se registró esa misma empresa el día 5 de abril del 2017 cuando Tareck El Aissami ya era Vicepresidente Ejecutivo de la República. Y justo Hernández Quintero aparece en este mismo contexto como funcionario de la Vicepresidencia, todavía en ejercicio activo.
Fuentes rebelaron a @latablablog que Hernández Quintero es testaferro de Joselit Ramírez, quien fuera jefe de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip).
Joselit Ramírez operó además como director del Despacho de Tareck El Aissami cuando este era el Vicepresidente de la República.
Tanto Hernández y Joselit Ramírez coincidieron con el exministro del Petróleo cuando estudiaron en la Universidad de Los Andes ULA.
Implicado en el caso Altum
Con la medida de “aseguramiento” del restaurante Altum ejecutada el lunes 15 de mayo por la Policía Nacional Anticorrupción.
Nuevamente aparece Hernández Quintero comprometido como representante de los intereses de Joselit Ramírez, otrora jefe de la Sunacrip.
Y quien también comandaba a través de Rafael Eduardo Hernández Quintero, en este negocio de comida lujosa en Altamira.
Con información de 2001
