Aunque la Arquidiócesis de Coro, bajo la conducción de Monseñor Roberto Lücker, la realizó como una tradición, la Ceremonia de la “Seña” es retomada por Monseñor Víctor Hugo Basabe.
Es por ello que este miércoles Santo, los creyentes católicos volvieron a presenciar el ritual de la “Arrastre de Caudas”, o mejor conocido como la ceremonia de la “Seña” en la Catedral de Coro.
El Arzobispo Metropolitano de Coro junto a sus fieles acudieron bien temprano al templo para llevar a cabo el rito que incluye a cuatro canónigos.
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La máxima autoridad eclesiástico aseguró que se originó en Sevilla y pasó a América por la evangelización de los españoles.
“Coro es la primera diócesis de Coro y en 2031 celebraremos los 500 de erección de la primera diócesis de Suramérica, hay razones históricas para rescatar la costumbre de origen romano”.
El Prelado antes de impartir la bendición final y cuyo propósito es afianzar el perdón e instaurarlo en la Iglesia Particular de Coro.
Es importante mencionar que actualmente solo algunas iglesias católicas de América Latina llevan a cabo la tradición. En Venezuela la ceremonia se realiza en Caracas, Mérida y Maracaibo.
Ceremonia de la “Seña”
El ritual evoca el sacrificio de Jesucristo en la cruz, en donde un grupo de sacerdotes, vestidos con las “caudas” o capas largas y negras sujetadas por capuchas oscuras caminaron por el Templo en procesión.
Esto como símbolo de los pecados que arrastra la humanidad.
En un ambiente solemne y cargado de simbolismo, se complementaba con oración y cánticos religiosos, en latín o español.
En este caso, el pasillo central de la Catedral de Coro se transformó en una alegoría de la historia de la humanidad, la cual fue recorrida por los cuatro canónigos.
Ellos avanzan hacia el altar, como símbolo de la puerta del cielo. Posteriormente se postran en el suelo en medio de la ceremonia y el Arzobispo ondeaba sobre ellos un estandarte negro con una cruz roja, para recordar la victoria de Jesucristo sobre la muerte.
Finalizado el rito, con tres golpes del estandarte sobre el suelo por parte del Arzobispo, se llevó a cabo la Oración de los Laudes (Liturgia de las horas) con el propósito de dar gracias a Dios al comienzo del día.
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