El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken gestionó el cese al fuego entre los generales enfrentados en Sudán.
Un cese de fuego acordado, según trascendió, por generales enfrentados en Sudán entró en vigencia el martes, pero se libraron combates intensos hasta la hora misma de inicio.
La tregua, de la que informaron medios árabes, debía comenzar el martes a las 6 de la tarde, hora local.
Fuerzas leales a los dos generales de mayor grado en Sudán siguieron combatiendo en las calles de Jartum durante todo el día. Indicio de la fragilidad de los esfuerzos para celebrar siquiera una pausa en medio de la violencia que se intensifica y amenaza con caer aún más en el caos.
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Millones de sudaneses en la capital y otras ciudades están refugiados en sus casas, atrapados entre los fuegos cruzados de fuerzas rivales. Vecinos han hablado de cuerpos tirados en las calles, imposibles de alcanzar debido a los combates. Lo que habla de cifras de muertos probablemente muy superiores a los 180 reportados por la ONU desde que comenzaron los enfrentamientos el sábado.
El día anterior, combatientes en Jartum atacaron una caravana de autos de la embajada estadounidense y asaltaron la vivienda del enviado de la Unión Europea. Ninguno de estos ataques dejó víctimas. El ataque a la caravana de vehículos claramente marcados con insignias de la embajada estadounidense, el lunes. Es atribuido inicialmente a las Fuerzas de Apoyo Rápido, el grupo paramilitar que enfrenta al ejército, dijo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken a la prensa. Todos en la caravana estaban a salvo, añadió.
La violencia ha despertado el espectro de la guerra civil cuando los sudaneses intentaban revivir el proceso hacia un gobierno democrático civil después de décadas de régimen militar. En medio de la alarma creciente, Blinken había incrementado las gestiones a favor de un cese de fuego.
Cese gestionado por EE. UU.
El Departamento de Estado dijo el lunes por la noche que Blinken había hablado por teléfono por separado con el jefe del ejército, Abdel Fattah Burhan. Y con el líder de las RSF, Mohammed Hamdan Dagalo.
“Dejé muy claro (en mis llamadas) que cualquier ataque o amenaza o peligros planteados a nuestros diplomáticos son totalmente inaceptables”. Dijo el martes Blinken a la prensa en una cumbre del G7 en Japón.
Pidió un cese el fuego inmediato de 24 horas como punto de partida para una tregua más larga y un regreso a las negociaciones.
En una serie de tuits el martes, Dagalo dijo que había aceptado la tregua humanitaria de 24 horas tras hablar con Blinken.
Por su parte, el ejército sudanés dijo en un principio que no estaba “al tanto de ninguna coordinación con mediadores” sobre una tregua. Que más combatientes se sumarían a la lucha. El comunicado militar aseguró que los enfrentamientos habían iniciado “la fase decisiva” y las próximas horas traerían una “victoria aplastante” sobre las RSF.
El martes por la mañana entraron en Jartum más tanques y vehículos blindados del ejército, que se dirigieron al cuartel general de las fuerzas armadas. Y al Palacio Republicano, la sede de poder, según habitantes de la ciudad. Al anochecer del lunes se oyó el vuelo de los cazas y el fuego antiaéreo iluminó el cielo.
Los combates se reanudaron a primera hora del martes en torno a las principales bases de los dos grupos y en edificios estratégicos del gobierno, todos en zonas residenciales. Un video emitido por la televisora árabe Al Arabiya mostraban una gran explosión cerca del principal cuartel militar en el centro de Jartum.