El capitán culmina la remontada de la selección con una defensa antológica (cinco recuperaciones) y dos triples.
Una actuación legendaria de Rudy Fernández metió a España en las semifinales del Eurobasket. Son las undécimas consecutivas en el torneo para la selección.
El capitán, segundo jugador más veterano del torneo con 37 años, el único superviviente de una generación mítica, no podía perdérselas.
Se tomó el asunto como algo personal y, con una defensa extraordinaria (5 recuperaciones) y 2 triples (11 puntos), acabó con la resistencia de una Finlandia que había metido el miedo en el cuerpo a España (33-48).
Un jugada resume la titánica actuación de Rudy. Mediado el segundo cuarto, trató de salvar un balón que se escapaba por la banda. Acabó debajo de las sillas de la primera fila.
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Sin escatimar un esfuerzo pese a un físico castigado por los años y las lesiones. Heroico. Como su salida en el tercer cuarto para encarrilar el choque.
Nada más pisar el parque, le robó un balón a Lauri Markkanen, estrella finlandesa. Después, otra recuperación, y no sería la última.
Ya en el periodo final, tras la quinta, asistió para un triple de Darío Brizuela que ponía el 87-82 a falta de 3:26. El remate también sería del capitán, pero esta vez a base de triples.
Anotó 2 seguidos para saacrel billete a semifinales 95-84, con poco más de un minuto por jugarse. Defensor del fuerte de las medallas y de la eterna presencia entre los cuatro mejores del continente, Rudy no podía perderse la fiesta.
No estuvo solo en una remontada que por momentos pareció impensable. Ahí estuvo Willy, que acabó con 25 puntos (10/13 en tiros) y fue un tormento para los finlandeses tras el descanso. Alberto Díaz, mejor cómplice defensivo de Rudy, ayudó con dos recuperaciones cruciales. Dario Brizuela y Juancho, en su mejor partido en el torneo, se destaparon en ataque. Y la dirección fue para Brown, que acabó con 11 asistencias.
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Todos remaron para sacar adelante un partido que, como preveía Sergio Scariolo iba a ser complejo. Se confirmaron los temores del técnico y su equipo se volvió loco frente al atípico juego finlandés. Acumulando faltas de ataque, sin acierto en el triple y sin poder controlar los ataques rivales. Que iba a ser un día difícil quedó claro cuando Jantunen anotó un triple sobre bocina y desde 17 metros para cerrar el primer cuarto con 19-30.
No había hecho falta ni el unicornio Markkanen, bien contenido por Joel Parra y Juancho, aunque acabó con 28 puntos. La desventaja creció hasta los 15 (33-48). Era la mayor de la selección en todo el Eurobasket. Al descanso había encajado 52 puntos, su peor registro al descanso en un partido continental en el siglo XXI. Pintaban bastos.
Pero todo cambió tras el descanso
Llegó la reacción base de defensa y canastas de Willy. Luego salió Rudy para poner el partido patas arriba y reservar habitación hasta el domingo.
España estará en la lucha por las medallas, como siempre desde 1997. Fiabilidad independientemente de los nombres. La selección ha vuelto a su hábitat natural. Donde pocos la esperaban esta vez, pero ahí está, superando las expectativas gracias a un jugador de defensa. El rival, la Grecia de Antetokounmpo o la anfitriona Alemania.
Con información de Diario Marca