El papa Francisco aboga incansablemente por la paz desde el comienzo de la guerra entre Ucrania y Rusia, tema que evoca regularmente en sus intervenciones.
El papa Francisco lloró el jueves al rezar por la paz en Ucrania durante una visita anual de Navidad para venerar una estatua de la Virgen María cerca de la Plaza de España en el centro de Roma.
Francisco se inclinó y se le cortó la voz, incapaz de hablar con precisión cuando llegó a la parte de la oración donde dijo: “Me hubiera gustado traer conmigo el agradecimiento del pueblo ucraniano…”
Cuando la multitud de miles de dignatarios, clérigos y ciudadanos romanos se dieron cuenta de que el papa estaba abrumado por la emoción, rompieron en aplausos y lo animaron a continuar.
Después de una larga pausa, Francisco continuó la oración, retomando desde donde la había dejado: “… el pueblo ucraniano por la paz que tanto tiempo hemos pedido al Señor. En cambio, debo presentar las súplicas de los niños, los ancianos, las madres y los padres y los jóvenes de esa tierra mártir que tanto sufre”.
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El momento llegó durante la visita anual del pontífice a la Plaza de España, que cae el 8 de diciembre, fiesta dedicada a María, la madre de Jesús. El evento marca el inicio no oficial de la temporada navideña en Italia.
En su oración pública del Ángelus en la plaza de San Pedro, el papa ya había evocado “el deseo universal de paz, especialmente para la martirizada Ucrania que tanto sufre”.
El papa aboga incansablemente por la paz desde el comienzo de la guerra entre Ucrania y Rusia, tema que evoca regularmente en sus intervenciones.
En una entrevista publicada a finales de noviembre por la revista jesuita estadounidense América, el papa había denunciado la “crueldad” a la que se enfrenta Ucrania ante la ofensiva rusa.