La Riyadh Season Cup permitió el reencuentro de Messi, con el PSG, y CR7 en la cancha. El astro portugués formó parte del equipo de Riyadh All Star.
Con la mejilla magullada, Cristiano Ronaldo, CR7, no quiso perderse el cobro de un penal, que convirtió para celebrar el primer gol de su aventura en Arabia Saudí, en un partido de exhibición contra el Paris Saint-Germain, PSG, de su eterno rival Lionel Messi.
En un auténtico partidazo, PSG derrotó 5-4 al Riyadh Season, un combinado de estrellas de los equipos Al-Nassr y Al-Hilal que en esta oportunidad fue dirigido por Marcelo Gallardo, técnico invitado.
Messi fue el autor del primer gol, una bonita definición tras la mala salida del arquero rival cuando el partido apenas despuntaba.
Cristiano abrió su cuenta goleadora en territorio saudí tras recibir un fuerte golpe de Keylor Navas, el arquero del PSG al cumplirse la media hora en Riad, la ciudad que había adquirido notoriedad en el mundo del deporte por haber sido la sede de un pelea por el título mundial de los pesos pesados en 2019.
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Pero el que pegó no fue Anthony Joshua. Navas fue quien impactó en la mejilla izquierda a CR7 con su antebrazo al saltar por un balón alto. Los dos cayeron como boxeadores noqueados.
Cristiano se reincorporó para ejecutar el penal. Navas, su excompañero del Real Madrid, se tiró al lado opuesto.
Reinó la amistad y el respeto
Al final del primer tiempo, la mejilla de Cristiano estaba roja pero no paró de sonreír tras anotar su segundo gol, capitalizando un rebote luego que su cabezazo remeció el poste.
Cuando el astro de Kylian Mbappé se le acercó para verle cómo estaba del golpe, Cristiano le señaló la marca roja.
Mbappé sonrió como si estuviera diciéndole “vas a estar bien”, y Cristiano alzó el brazo como su fuera un campeón de peso pesado.
El PSG de Messi, Mbappé y Neymar, un club propiedad de Catar, superó 5-4 al combinado de los clubes saudíes Al Nassr y Al Hilal, con el argentino Marcelo Gallardo como técnico.
Jugaron frente a 68.000 aficionados en el estadio King Fahd, escenarios estos días de las Supercopas de España e Italia.
Aunque su equipo perdió, el delantero portugués sacó ventaja en el que pudo haber sido el último acto de la rivalidad Messi-Cristiano, una de las más apasionantes del fútbol.
Un mes después de finalmente consagrarse campeón mundial con Argentina, un remate de Messi provocó una mano en el área y acabó en el cuarto gol del PSG, un penal transformado por Mbappé.
CR7 recibió una sonora ovación al ser sustituido al cumplirse la hora de juego, seguido por Mbappé y Messi, quien se abrazó cariñosamente con el “Muñeco” Gallardo.