La experta lo compara con un vaso que empieza el día vacío y con el paso de las horas se va “llenando” de sueño, por eso por la noche nos resulta más o menos fácil dormirnos.
¿Te vas a dormir con mucho sueño y te despiertas a las 3 o las 4 de la madrugada? No eres la única persona a quien le pasa ni es tan extraño que te ocurra.
Más bien al contrario, porque cuando dejamos atrás la juventud es normal dejar de dormir como un lirón.
Hay una explicación, y nos la da la doctora Odile Romero, jefa de la Sección de Neurofisiología de la Unidad del Sueño del Hospital del Vall d’Hebron.
Puede leer: Falcón: entre 15 y 49 años es la población con VIH
La doctora Romero, empieza recordando que el sueño es una función vital: “Igual que respiramos, igual que nos late el corazón, igual que hacemos la digestión, por genética también necesitamos dormir“, y hay un par de procesos muy importantes que están implicados.
Dos procesos que regulan el sueño
“Uno es el proceso circadiano”, explica.
“Simplemente quiere decir que somos seres diurnos y que nos resulta más fácil estar despiertos de día y dormir por la noche, al contrario de otros animales que duermen de día y están despiertos por la noche”.
El otro es el proceso homeostático, que «significa que desde el momento en que nos despertamos empezamos a generar la necesidad de volver a dormir”.
La experta lo compara con un vaso que empieza el día vacío y con el paso de las horas se va “llenando” de sueño, por eso por la noche nos resulta más o menos fácil dormirnos.
Por qué nos despertamos
Y si nos dormimos tan a gusto, ¿por qué nos despertamos? “Porque no dormimos igual toda la noche”, releva.
La experta explica que completamos un par o tres de ciclos de sueño, y que cada uno de estos ciclos incluye tres fases: una fase lenta superficial, una fase lenta profunda y una fase REM.
Las dos primeras reparan el cansancio físico, mientras que la tercera, la REM, restaura la memoria y la actividad intelectual.
Este primer ciclo del sueño se alarga como máximo tres horas y, a partir de aquí, “el nivel de alerta y la capacidad de despertarnos es más frágil”. Y es por eso que nos despertamos.
El segundo ciclo llegará de manera natural y, en algunos casos, también el tercero, pero la especialista en neurofisiología clínica dice que el problema es que entonces ya hemos dormido unas horas y la necesidad de nuestro cuerpo no es la misma que la momento en que nos hemos ido a la cama.
Con información de Noticias24 Carabobo