El cerebro de los gamers reacciona automáticamente y de forma inconsciente, en comparación con las personas que no juegan videojuegos, según estudio.
Durante mucho tiempo, la ciencia ha demostrado lo beneficioso que puede ser jugar algunos videojuegos, alejando completamente el estigma de que estos son perjudiciales para los niños y jóvenes. Y aunque existen casos de adicción, que en realidad se producen en cualquier tipo de actividad o hobby, ahora un estudio indica que los jugadores son mejores para sincronizar sus reacciones, que las personas que no juegan videojuegos.
En concreto, la investigación asegura que los gamers son mejores para preparar sus reacciones en tareas que requieren reacciones rápidas, ya que su cerebro lo hace automáticamente y de forma inconsciente.
Debido a que como muchos jugadores, por lo general los juegos deben mejorar algunas habilidades cognitivas, aprendiendo sobre la marcha a tener un respuesta rápida y efectiva ante dificultades del juego, por ejemplo, combatir a un jefe final por enésima vez.
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En el artículo publicado en Communications Biology, creado por Francois R. Foerster, quien es neurocientífico cognitivo del Centro de Investigación en Cognición y Neurociencias de la Universidad Libre de Bruselas, se indica que “los videojuegos son una de las actividades de entretenimiento más extendidas en todo el mundo y entre generaciones”.
“Al igual que otras actividades cotidianas, los videojuegos podrían haber moldeado la forma en que percibimos y pensamos sobre el mundo durante varias décadas. Comprender el impacto de los videojuegos en nuestro cerebro me parece una búsqueda social crucial que puede conducir al desarrollo de soluciones terapéuticas divertidas”,
dice Foerster.
Estudios reveladores
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de Foerster monitoreó las reacciones y la actividad eléctrica del cerebro de dos grupos de personas en un entorno de realidad virtual, separados en jugadores y no jugadores, incluyendo a 23 jugadores (edad promedio de 25 años, 4 mujeres), quienes pasaron al menos 5 horas por semana jugando videojuegos de acción en el último año, y otros 23 participantes que jugaron poco o nada de videojuegos de acción en el pasado año (edad media de 27 años, 7 mujeres).
Y a pesar de que el estudio entrega como resultado que a través de los videojuegos se pueden adquirir habilidades neurocognitivas específicas, los autores del estudio indican que el diseño de este “no permitiría hacer inferencias causales sólidas sobre el efecto del juego en la cognición temporal”.
Con Información de Tarreo